
A pesar de lo común que se ha vuelto ver a los jardineros aplicar líquidos con sus aspersores para controlar la maleza, este no era un paisaje común hasta hace algunos años. Poco a poco el uso de sustancias químicas para controlar plagas se ha venido apropiando a la jardinería sin cuestionarse, ni considerarse sus consecuencias.
Existen numerosos estudios sobre su aplicación en la agricultura pero no se habla sobre cómo los espacios verdes y de recreación, jardines y parques públicos han venido perdiendo la seguridad que deberían brindarnos ante estas sustancias tóxicas para la salud humana y otros organismos. De hecho hay normativas con respecto al uso y transporte de estas sustancias ya que los herbicidas que se usan regularmente tienen principios activos potencialmente mortales y de los que depende su rango de toxicidad. En los envases se clasifican de I a IV, siendo IV el nivel de menor toxicidad.
Los siguientes son los productos más utilizados para jardinería y agricultura en Colombia:
Cada uno tiene una Dosis Letal Media – DL que corresponde al porcentaje de individuos que murió durante el experimento en el laboratorio, los cuales se hacen generalmente con conejos, ratas, abejas y peces.
El Glifosato por ejemplo, fabricado por Bayer (antes Monsanto) es un herbicida foliar «no selectivo» y se utiliza para acabar con el crecimiento vegetal en cualquier etapa de crecimiento. Aunque el Glifosato está clasificado como ligeramente tóxico es uno de los más utilizados indiscriminadamente. Se utiliza no sólo como herbicida sino como «madurante» irrigándose directamente en cultivos ya desarrollados de caña de azúcar, soya, maíz, piña y sorgo.
Un estudio realizado en Putumayo demostró que el contacto con Glifosato generó cuadros de intoxicación en más de 1500 campesinos, los que incluyeron entre sus síntomas: brotes en la piel, fiebre, vómito, infección respiratoria aguda, diarrea, pérdida de visión, y otros síntomas neurológicos como cefalea, mareo e incluso angustia, miedo y pánico. También se ha demostrado en diversos estudios que las presentaciones comerciales de Glifosato como el Roundup® pueden llegar a generar mutaciones a nivel cromosómico en linfocitos humanos, daño al ADN y daños embrionarios en ratas a partir de dosis de 30mg/Kg.
El Paraquat es otro de los herbicidas más comunes y tiene una categoría toxicológica I, es decir «Extremadamente tóxico». Se vende con nombres comerciales como Gramoxone®, Gramafín®, Ráfaga®, etc. Su Dosis Letal está estimada en un 50% a partir de 700 mg/Kg, esto quiere decir que bastan 0,7g del producto para matar 1 de cada 2 mamíferos de 1 Kg de peso. Hay que tener en cuenta que 1 sólo envase de herbicida puede llegar a tener 200 g de Paraquat, una Dosis Letal para un humano de 70Kg de peso. De hecho en su ficha de seguridad, el Paraquat entre otras cosas advierte que es mortal de forma inhalada:

En agricultura usualmente se ve a los operarios y campesinos con pocos o nulos instrumentos de seguridad. Un estudio realizado por la Universidad Nacional de Colombia en 8 diferentes departamentos determinó que un 96,4% de los campesinos encuestados utilizaban prendas del diario (es decir prendas inadecuadas) durante la aplicación de plaguicidas; a penas un 40% de los campesinos entrevistados contaba con afiliación al sistema de salud; y respecto a la disposición de los envases un 36% botaba los envases vacíos directamente al campo o a los ríos, otro tanto los quemaba y algunos incluso reutilizan los envases para el almacenamiento de agua.
Aquí hay que agregar que la mayoría de los envases de estos productos se ven inofensivos. Están empacados en frascos de color blanco con franjas verdes, pero nunca con la simbología de riesgo correspondiente.

La apropiación de herbicidas en jardinería ha venido acompañada de una estética urbana en donde las hierbas deben «controlarse». Esta cultura ha venido transformando el paisaje rural a arbustos cuadrados y su base muerta color amarilla sin ningún propósito útil más que el «estético».
Las alternativas al uso de estos agroquímicos siempre han existido, como en la agroecología y la permacultura donde se busca permitir el crecimiento, aumentar polinizadores y hábitat para otros insectos lo que previene plagas y enfermedades. Estas alternativas reducen la necesidad de control de hierbas ó plagas y por tanto sus costos. Partiendo del principio que «entre más siembra, menos mantenimiento» los jardines silvestres que están tan de moda en el Reino Unido promueven la diversidad agregando colores y texturas al paisaje, y por tanto aumentando los servicios ecosistémicos que proveen los jardines.

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En términos de costo-efectividad en jardinería y agricultura debería considerarse el precio que pagamos en salud pública por las contraindicaciones que estos productos están generando, no sólo en los campesinos y operarios que los utilizan, sino también en los consumidores y ciudadanos que nos vemos obligados a inhalar y consumirlos. Es poner en la balanza una idea de estética versus la salud de nuestras familias y ecosistemas.
Artículos consultados:
- Clasificación y uso de los herbicidas por su modo de acción. Enrique Rosales Robles.
- Uso de Madurantes. Fernando Villegas T.
- Evaluación de los efectos del glifosato y otros plaguicidas en la salud humana en zonas objeto del programa de erradicación de cultivos ilícitos. Marcela Varona et al (2009).
- EFECTOS DE LA FUMIGACION VALLE DEL GUAMUEZ Y SAN MIGUEL PUTUMAYO FEBRERO (2001). Dyva Revelo Calderon
- Acceso a Hojas de seguridad de algunos productos: